Una de las cosas que más suelen sorprender a quienes comienzan en el mundo del kéfir es que sus nódulos se van reproduciendo a medida que fermentan. Esto en un principio es bueno, pero llega un momento en el que comienzan a sobrar y no sabes muy bien qué hacer con él.
Si has llegado ya a ese punto no te preocupes, porque en este artículo te vamos a enseñar qué hacer con los nódulos de kéfir sobrantes. ¡Vamos allá!
¿Qué hacer con los nódulos de kéfir sobrantes?
Por desgracia, aunque los beneficios del kéfir sean tan notables, no se conocen demasiados usos útiles para los nódulos de kéfir más allá del de preparar kéfir casero.
Congelar el excedente
Lo mejor que puedes hacer si te sobra el kéfir es congelarlo. Pese a que ocupen espacio y quizá nunca los llegues a usar, podrías tener algún problema con los tuyos o accidente y que te quedaras sin los hongos para tu leche kefirada.
Por ello merece mucho la pena guardarlos, aunque sean unos pocos. En nuestra web tenemos un artículo donde explicamos cómo congelar el kéfir para guardar. ¡Échale un vistazo!
También te puedes comer los nódulos de kéfir
Aunque parezca descabellado porque no tienen demasiada buena pinta, los gránulos de kéfir se pueden comer. Se pueden poner en ensaladas, triturarlos para hacer purés e incluso untar un poco en el pan como si fueran queso.
Incluso te los puedes comer solos si tienes muchos, pues no son tóxicos. Eso sí, evita comer demasiados de golpe, pues podrían sentarte mal.
Aprovecha y véndelos
No son pocas los anuncios que hay por internet buscando nódulos de kéfir para comenzar a tomarlo. Puedes aprovechar tu excedente para venderlo a estas personas e incluso intentar llegar a un acuerdo con algún herbolario para que los venda él a cambio de una comisión.
Muchas empresas de kéfir comenzaron así, y si consigues un pequeño sobresueldo a final de mes, pues eso que te llevas.
Los puedes regalar a algún amigo o familiar
Si tienes algún conocido que sepa que tomas kéfir y quiera entrar en el mundillo, puedes regalarle unos pocos nódulos y así compartir esta afición con él. No hay nada más bonito que compartir.
Usarlos como abono
Los búlgaros y los tibicos están formados por colonias de hongos y ciertas sales minerales. Da un poco de pena, pero también los puedes juntar con la tierra de tu huerto o de tus macetas para que ayuden a tus plantas a crecer.
Hacer mascarillas para la piel o la cara
Tritura unos pocos nódulos, júntalos con un poco de kéfir y aceite de oliva y restriégatelo por el pelo y por la cara. Después de media hora, lávatelo bien y podrás ver cómo se te queda una piel y un pelo muy brillantes.
Descubre las mejores recetas con kéfir casero
¿Se puede hacer lo mismo con los búlgaros de leche y con los tibicos cuando tienes muchos?
Aunque su apariencia sea un poco distinta, se puede hacer exactamente lo mismo. Puedes tanto congelarlos como comértelos, usarlos como abono o hacer mascarillas con ellos.
Lo que sí que es cierto es que el sabor de los búlgaros es un poco más lácteo debido a que cogen el aroma de la leche, mientras que los tibicos son más sosos. Puedes probar ambos y decidir cuál te gusta más.
Hasta aquí todo lo que debes saber acerca de qué hacer con el kéfir que te sobra después de fermentarlo. En nuestro blog encontrarás multitud de artículos, información de calidad y guías acerca de este maravilloso probióticos. ¡Échales un vistazo!
